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Tolstoi. La Muerte de Iván Ilich. ¿Y si toda mi vida, ha sido, lo que no debía ser?

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León Tolstoi. Escritor y pensador ruso. 1828/1910.

Hijo de la nobleza rusa. De padres terratenientes aristócratas, está considerado como uno de los más grandes escritores de la literatura universal.

Muy interesado por las causas sociales y la moral de la época, es muy crítico con la sociedad y consecuente con sus acciones. Él ascéticamente se impone la pobreza y el trabajo manual. Intenta también renunciar a sus bienes materiales, pero se encuentra de frente con la oposición de su familia que finalmente, se lo impide. También es partidario de la abdicación de la propiedad y la no violencia.

Muerte. Soledad inmensa, desierto infinito

Minúsculas ácidas lágrimas de sol ardientes, como ascuas enrojecidas, caen bajo un rayo deslumbrante, destructor. Pesado plomo. Una precisa luz anticipo crudo, hiriente, y salado como la memoria de lo que fue y lo que esconde… Oscuridad. Preguntas. Incomprensión, Terror, Certeza, Lucidez… y como consecuencia, un claro y meridiano resumen de su vida.

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Obra de Marty Bolonio. Escultura -detalle- Foto By TbArt, archivos fondos propios.

La Muerte de Iván Ilich. Novela 1886

ARGUMENTO

Ivan Ilich. Es un funcionario del estado zarista. Estudia, se casa, tiene hijos, y una mujer de la que pronto se cansa. Le gusta su trabajo y asciende a fiscal. Se sabe con poder sobre las vidas, y no le disgusta. Su también burguesa señora le aburre, así pues, se centra en su profesión; ¡Cada vez llega más tarde a casa!

Cuando ya creía haber logrado sus objetivos profesionales, un golpe tonto en un costado, mientras cambiaba unas cortinas en casa, deriva en una terrible enfermedad que los médicos no saben explicar. Comprende entonces que se muere, y en ese mismo momento se da cuenta, de que su vida ha estado vacía de sentimiento y sentido…, Iván Ilich, está enfermo y va a morir.

Os dejo con una pequeña muestra de esta deliciosa novela.

La Muerte de Iván Ilich

Iván Ilich vio que se moría y su desesperación era continua. En el fondo de su ser sabía que se estaba muriendo, pero no sólo no se habituaba a esa idea, sino que sencillamente no la comprendía ni podía comprenderla.

El silogismo aprendido en la Lógica de Kiezewetter:

«Cayo es un ser humano, los seres humanos son mortales, por consiguiente Cayo es mortal», le había parecido legítimo únicamente con relación a Cayo, pero de ninguna manera con relación a sí mismo.

Que Cayo -ser humano en abstracto- fuese mortal le parecía enteramente justo; pero él no era Cayo, ni era un hombre abstracto, sino un hombre concreto, una criatura distinta de todas las demás: él había sido el pequeño Vanya para su papá y su mamá, para Mitya y Volodya, para sus juguetes, para el cochero y la niñera, y más tarde para Katenka, con todas las alegrías y tristezas y todos los entusiasmos de la infancia, la adolescencia y la juventud.

¿Acaso Cayo sabía algo del olor de la pelota de cuero de rayas que tanto gustaba a Vanya? ¿Acaso Cayo besaba de esa manera la mano de su madre? ¿Acaso el frufrú del vestido de seda de ella le sonaba a Cayo de ese modo? ¿Acaso se había rebelado éste contra las empanadillas que servían en la facultad? ¿Acaso Cayo se había enamorado así? ¿Acaso Cayo podía presidir una sesión como él la presidía?

Cayo era efectivamente mortal y era justo que muriese, pero «en mi caso -se decía-, en el caso de Vanya, de Iván Ilich, con todas mis ideas y emociones, la cosa es bien distinta. y no es posible que tenga que morirme. Eso sería demasiado horrible».

Así se lo figuraba. «Si tuviera que morir como Cayo, habría sabido que así sería; una voz interior me lo habría dicho; pero nada de eso me ha ocurrido. Y tanto yo como mis amigos entendimos que nuestro caso no tenía nada que ver con el de Cayo. ¡Y ahora se presenta esto! -se dijo-. ¡No puede ser! ¡No puede ser, pero es! ¿Cómo es posible? ¿Cómo entenderlo?»

Y no podía entenderlo. Trató de ahuyentar aquel pensamiento falso, inicuo, morboso, y poner en su lugar otros pensamientos saludables y correctos. Pero aquel pensamiento -y más que pensamiento la realidad misma- volvía una vez tras otra y se encaraba con él.

Tolstoi. La Muerte de Iván Ilich. ¿Y si toda mi vida, a sido, lo que no debía ser?

León Tolstoi. Tolstoi. La Muerte de Iván ilich. Literatura. Novela. Escritores

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Arte. Luis de Góngora. Velázquez. 3 retratos de Luis de Góngora

TRES RETRATOS DE GÓNGORA POR VELÁZQUEZ

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1– Foto. Retrato de Góngora. 1622. Museo del Prado. Madrid. Anónimo. Atribuido a Velázquez.

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2– Foto. Retrato de Góngora. 1622. Museo de Bellas Artes de Boston. Velázquez.

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3– Foto. Retrato de Góngora. 1622. Fundación Lázaro Galdiano.Madrid. Anónimo. Atribuido a Velázquez.

AUTENTICIDAD

Sobre el debate siempre vivo de la autoría de los 3 retratos estudiados, todo indica, que tanto el retrato del Museo Nacional del Prado, como, el del Museo Lázaro Galdiano, serian copias anónimas (aunque, sobre estas conclusiones no existe unanimidad).

DOS GENIOS ANDALUCES

DIEGO VELÁZQUEZ maestro de la pintura. Bautizado en Sevilla el 6 de junio de 1599. Falleció en Madrid el 6 de agosto de 1660 a los 61 años. Como vemos el genial pintor sevillano, retrató en diversas ocasiones, al también andaluz y genial escritor cordobés, Luis de Góngora.

LUIS DE GÓNGORA. Poeta y dramaturgo. Nacido en Córdoba el 11 de julio de 1561, al año sigiente del óbito de Velazquez. Falleció en Córdoba el 23 de Mayo de 1627 a los 66 años.

Diego Velázquez nació 38 años después que el genial artista cordobés, mas fueron contemporáneos, pues compartieron una misma época, incluso, prácticamente, una misma generación.

Ya hemos visto en los retratos del cordobés, la maestría del sevillano, ahora es un placer ofreceros  un poco de más arte, con la poesía de Góngora, uno de nuestros más laureados escritores…

De la brevedad engañosa de la vida. 1623

Menos solicitó veloz saeta
destinada señal que mordió aguda;
agonal carro por la arena muda
no coronó con más silencio meta
que presurosa corre, que secreta
a su fin nuestra edad. A quien lo duda,
fiera que sea de razón desnuda,
cada Sol repetido es un cometa.
¿Confiésalo Cartago y tú lo ignoras?
Peligro corres, Licio, si porfías
en seguir sombras y abrazar engaños.
Mal te perdonarán a ti los las horas,
las horas que limando están los días,
los días que royendo están los años.

Luis de Góngora

Arte. Luis de Góngora. Diego Velázquez. Tres retratos de Luis de Góngora. Tomás Bartolomé.

ARTE. LUIS DE GÓNGORA. LITERATURA. GÓNGORA. ESCRITORES. POESÍA. DIEGO VELÁZQUEZ. VELÁZQUEZ. PINTURA. MADRID. CÓRDOBA. SEVILLA.

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Arte. Acuarela. Cardoso. «En las crónicas de los tiempos idos”

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ACUARELA CARDOSO

Una dulce pasión; Cardoso,

Delicioso bocado de Arte…

«Placer para los sentidos»

Esta magnífica acuarela, viajó, voló etérea. Se fijó, està libremente habitando, querida.

Nos hicimos entonces, divertidos, unas fotos de entrega/despedida, en ella posa Cardoso junto a su hermana y, a su sobrino con su pareja. Casados, padres y, maravillosos seres humanos, (ahora les acompaña la acuarela), son muy felices con su esperada obra de arte ¡Todos somos felices hoy!

Una pintura enamora, comunica, tiene vida propia, cohesiona, tiende lazos: cumple al fin, (cierra) su ciclo. Volando libre. Ya camina sola, abandonó el estudio y, ¿cuáles han de ser sus caminos? En los siguientes versos se concluye…

«En cuanto a aquellos que te contemplamos

Con absorta mirada, estamos mudos»

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CUANDO EN LA CRONICA DE LOS TIEMPOS IDOS

Cuando en las crónicas de tiempos idos

Veo que a los hermosos se describe

Y a la belleza embellecer la rima

Que elogia a damas y señores muertos,

Observo que al pintar de sus dechados

La mano, el labio, el pie, la frente, el ojo,

Trataba de expresar la pluma arcaica

Una belleza como la que tienes.

Así, sus alabanzas son presagios

De nuestro tiempo, que te prefiguran,

Y pues no hacían más que adivinarte,

No podían cantarte cual mereces.

En cuanto a aquellos que te contemplamos

Con absorta mirada, estamos mudos.

WILLIAM SHAKESPEARE

Arte. Acuarela. Cardoso. “En las crónicas de los tiempos idos veo que a los hermosos se describe”

Acuarela. Cardoso. Arte. Pintura. Pintores. Poesía. William Shakespeare.

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Arte. Cardoso. Acuarela. «Hay paz para los sentidos”

image       ACUARELA. CARDOSO

Cardoso pintor y escultor con una amplia trayectoria artística, empieza a pintar desde muy joven. Aunque ha realizado estudios de dibujo y pintura, se considera un pintor autodidacta.

Cardoso no se olvida de la escultura, modalidad artística en la que también ha realizado obras de calidad; como muestra en esta ocasión, una magnifica acuarela llena de simbolismo… Agua y vívidos colores.

Sin duda, una especial obra, de uno, de mis artistas favoritos.

POESIA

.Hay paz para los sentidos,

una paz soñadora en cada mano,

y profundo silencio en la tierra fantasmal,

profundo silencio donde las sombras cesan.

Sólo el grito que el eco hace chillido

de algún ave desconsolada y solitaria;

la codorniz que llama a su pareja;

la respuesta desde la colina en brumas.

Y súbitamente, la luna retira

su hoz de los cielos centelleantes

y vuela hacia sus cavernas sombrías

cubierta en velo de gasa gualda.

Oscar Wilde

Arte. Cardoso. Acuarela. Hay paz para los sentidos, una paz soñadora en cada mano.

Acuarela. Cardoso. Arte. Poesía. Pintura. Oscar Wilde. Literatua. Escritores

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Escultura. Cardoso. Levantan hacia el cielo matutino su vuelo

Cardoso. Escultura

Cardoso nos muestra esta magnífica escultura plena de estilizada belleza y movimiento

“¡Feliz aquel que puede con brioso aleteo
Lanzarse hacia los campos luminosos y calmos!”

POESIA

Elevación

Por encima de estanques, por encima de valles,
De montañas y bosques, de mares y de nubes,
Más allá de los soles, más allá de los éteres,
Más allá del confín de estrelladas esferas,

Te desplazas, mi espíritu, con toda agilidad
Y como un nadador que se extasía en las olas,
Alegremente surcas la inmensidad profunda
Con voluptuosidad indecible y viril.

Escápate muy lejos de estos mórbidos miasmas,
Sube a purificarte al aire superior
Y apura, como un noble y divino licor,
La luz clara que inunda los límpidos espacios.

Detrás de los hastíos y los hondos pesares
Que abruman con su peso la neblinosa vida,
¡Feliz aquel que puede con brioso aleteo
Lanzarse hacia los campos luminosos y calmos!

Aquel cuyas ideas, cual si fueran alondras,
Levantan hacia el cielo matutino su vuelo

-¡Que planea sobre todo, y sabe sin esfuerzo,
La lengua de las flores y de las cosas mudas!

Charles Baudelaire

Cardoso. Escultura. Aquel cuyas ideas, cual si fueran alondras, levantan hacia el cielo matutino su vuelo. Charles Baudelaire.

Cardoso. Escultura. Arte. Poesía. Baudelaire.

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Literatura. Gustave Flaubert. Moralista, ascético, y espiritual

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Gustave Flaubert. Eugéne Giraud

GUSTAVE FLAUBERT

Ruan 12/12/1821. Croiset 8/5/1880

NOVELISTA Y DRAMATURGO

¡Él, que tanto odió a la burguesía, nació y se crió en un ambiente rancio! Su padre era el cirujano jefe del hospital de Ruan, pero por si fuera poco, su madre se acomodaba en una familia situada, en las más altas cumbres de la sociedad establecida.

FLAUBERT comenzó (en 1832) sus estudios, en el Colegio Real de Ruan, donde se decide por la literatura. Pocos años después (1839) finalizados sus estudios, se dirige a PARÍS donde comienza la carrera de derecho. Aunque no es un muchacho sociable, conoce entre otros artistas, a Víctor Hugo y se hacen muy amigos, juntos realizan algunos viajes, visitan la isla de Córcega y los Pirineos. Durante esta época lleva una vida dedicada a los estudios y los viajes; el dinero, no es un problema, dispone del cash suficiente, dado que su elevada condición social,  felizmente, le permite recibir jugosas rentas periódicamente.

ASCETICO Y ESPIRITUAL

El estudio de las leyes no le satisface, y los abandona (1844). Regresa a Croiset, allí vive con su madre y su sobrina, en una agradable casa a orillas del Sena. En1846, fallecen su padre y su hermana, conoce a la poetisa Louise Colet, con la que mantiene una intensa relación sentimental, que copó una década. Mas FLAUBERT no se casó nunca. Tímido, sensible, neurótico, obsesivo, arrogante, mudo, locuaz, y moralista; despreciaba el adocenamiento, el materialismo burges, y la vulgar mediocridad. Así se define a sí mismo, el introvertido artista

«No soy soñador, sino urraca de grito agrio que se oculta en el fondo de los bosques para no ser oída sino para ella misma»

1849/51. Viaja por Italia, Egipto, Constantinopla, Jerusalén.

Fuerza literaria, nitidez comunicativa, exacta elección de las palabras, conocimiento de las emociones humanas. Cadencia, ritmo; todo esto lo posee FLAUBERT.

MADAME BOVARY

1851. Empieza a escribir lo que sería su gran obra maestra, MADAME BOVARY (una de las grandes obras de la literatura universal), una vez acabada, la novela comenzaría a publicarse por capítulos, a la manera de folletín en 1856 (Revista Revue de París. Un año después, se publicaría el libro. Narra los amores (infidelidades) provincianos, de una señorita insatisfecha, además, de casada y  decepcionada, pero tambien, soñadora, inquieta, y morbosa, que arrastra tras ella, amargura, romanticismo, y tragedia. Una gran novela que hay que leer, Madame Bovary escoció a parte de la sociedad, por la dura crítica que hace de ella, y por el delicado tema que aborda; el escritor se vió pronto así, inmerso en el escándalo y los tribunales, y fue vísta por algunos, como ofensiva y terriblemente inmoral. Terminado el juicio, las condenas que pedían como penas al editor y al escritor no prosperaron, y finalmente, ambos fueron absueltos.

LA EDUCACION SENTIMENTAL

1869, es su última novela publicada en vida. Narra los amores de un joven, Frederic Moreau y una mujer madura, Madame Arnoux. La obra rezuma tintes autobiógrafos Flaubert escribe en ella, sobre sus amores con la poetisa Louise Colet. Costumbrista, la acción, se sitúa, en la sociedad parisina.

1870. Durante la guerra Franco/Prusiana, su casa fué temporalmente ocupada por soldados enemigos, a partir de este traumático suceso, FLAUBERT, que protagonizaba ataques epilépticos desde la más tierna infancia, sufrió una recaída, y comenzó a temer seriamente por sus nervios, comenzando a aplicar la siguiente regla… Trabajo, Soledad, Perseverancia… ¡Medicina para un descreído! Le interesan todos los temas,  su curiosidad es enorme, y se entretiene con cualquier cosa que no conoce, aspira realizar algún día, una obra total. Sus disquisiciones lo abarcan todo, como por ejemplo, la siguiente paradoja moral…

«La modestia, la más orgullosa de las pasiones» 

1872. Fallece su madre, él debe hacerse cargo entonces, de la casa y de su sobrina. Comienzan los problemas económicos.

1880. Flaubert fallece modestamente en su casa de Croiset, a causa de un derrame cerebral.

GUSTAVE FLAUBERT. MORALISTA, ASCÉTICO, Y ESPIRITUAL

Literatura. Gustave Flaubert. Flaubert. Escritores. Madame Bovary. La educacion sentimental.

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Literatura. Honoré de Balzac. Incansable, soñador, enamorado

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Monumento a Balzac. Rodin. 1898.

HONORÉ DE BALZAC. Tours. 20/5/1799. París 18/8/50.

La ascendencia de BALZAC se remonta, a las actividades familiares como sencillos agricultores, su padre con el fin de prosperar se traslada a PARÍS, donde por mediación y gracias a la formacion recibida por un párroco familiar suyo, consigue en 1776, un puesto de secretario en el Consejo del Rey.

La intención de Bernard François Bassa, padre de BALZAC, es ser alguien, y sus armas, serán el trabajo y las relaciones. Con tal de medrar, incluso cambia su apellido «Bassa», por el de Balzac, pues, este último apellido, había pertenecido a una familia de aristócratas ya desaparecida, además en sus planes también estaba,  la inclusión, de el «de», antes de BALZAC, pues le parecía, que así le prestaba un barniz de regia nobleza.

Progenitor con ínfulas, y vástago, ven las calles de París teñirse de rojo; también contemplan la horrible maquina de afiladas cuchillas, realizar su trabajo incansable, de cortadora de cabezas; en estos años de revolución (1789) y terror, sin embargo al padre de Honoré no le va nada mal, ya se encuentra bien situado, y ha conseguido reunir una importante fortuna, como intentente del Ejército Francés, después, comienza a trabajar en el Banco Dourmerc de PARÍS, así, conoce a la hija de uno de sus superiores, que solo tiene 18 años; él 50. El romance acaba en boda. El matrimonio se traslada a Tours, donde Bernard. trabaja como comisario de subsistencias para el ejército y posteriormente, como administrador del Hospicio de Tours… ¡Al fin, consiguió, un cargo muy lucrativo y de relumbrón!

EN 1799, NACE HONORÉ DE BALZAC

Es un niño abandonado. Sus padres lo mantienen constantemente alejado de ellos, internándolo a menudo, en colegios en los que la disciplina es estricta, y donde las visitas y las vacaciones tacañas, las consecuencias no se hacen esperar… no estudia, pierde el tiempo él, y la paciencia sus padres, que lo tratan severamente imponeniendole, condiciones que le aíslan si cabe un poco más. Cambia varias veces de colegio, no aguanta, sus nervios se quiebran rotos de abandono, y no encuentra respuestas. Sufre la humillación de ser de los peores alumnos de la escuela; además sus padres no le mandan dinero, y su ropa se encuentra, gastada, vieja y anticuada. A esto hay que añadir lo más abominable, su padre lo ignora, y lo desprecia, lo trata de inútil; y se pregunta constantemente, en voz alta, como podrá hacer algo de un inadaptado… Quiere que sea como él.

1816. BALZAC COMIENZA SUS ESTUDIOS EN LA SORBONA

Realiza estudios de derecho. Comienza a interesarse por la lectura. Piensa dedicarse a la literatura pero se encuentra con la oposición frontal de su madre, pese a todos estos problemas, consigue finalmente graduarse en leyes, su padre entonces, apremiándole, le avoca a un reglado empleo como ayudante de un importante despacho profesional, del que incluso puede ser socio, pero BALZAC, ya sufre el dulce veneno, de una vocación que lo invade. Decide así fuertemente impregnado, luchar contra todo y dedicarse en exclusiva a su inevitable pasión.

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Monumento a Balzac. Rodin. 1898.

LO ACEPTA TODO

1819. Se instala en París, donde sus comienzos no son nada alagadores. Escribe incansablemente, 16 horas al día, sobre todo por la noche. Sueña que comprará cuando sea rico, y escribe como un mantra, en las blancas paredes de su casa, sus deseos. Consume café sin medida, y aislado escribe; escribe de todo, y la mayoría no son nada más que simples folletines de escaso valor literario. Firma con pseudónimo, y también sus obras, llevan las firmas de otros, (lo que se conoce como negros). Despues de 8 años de duro trabajo consigue hacerse con unos ahorros, ha ganado mucho dinero, pero invierte mal. Ha montado una editorial y una imprenta que no han funcionado. Vive endeudado.

1829. HONORÉ DE BALZAC, tiene 30 años, y es el, escritor de una novela que cree que es importante, se trata de «El último Chuan», ambientada en las luchas contrarrevolucionarias acaecidas en el oeste francés donde se manifiesta una resistencia civil al clero (1792/1804/1815).

1831. Escribe «Piel de Zapa». Al año siguiente se enamora perdidamente de la condesa de origen polaco, Ewelina Hanska.

LA COMEDIA HUMANA

1832. Escribe una serie de novelas que pretende agrupar en una gigantesca obra. Las de mayor éxito fueron, «Eugenie Grandet», 1833, y «Le Pere Goirot», 1835. Pese al éxito, BALZAC pasa apuros económicos de importancia, y permanece continuamente endeudado, con la esperanza de hacerse rico algún día, tal vez, para justificarse ante su fátuo padre, pero cayendo así él, finalmente en sus mismas preocupaciones.

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Honoré de Balzac. 2014. Eduardo Arroyo

EL CULEBRON

Mantiene frecuente correspondencia con Ewelina, la condesa ucraniana casada y aburrida, que no quiere renunciar a su noble estatus, y que ve en la relación con Honoré un divertimento, que le ayuda a sobrellevar la frías y negras noches, del duro y largo invierno soviético.

1833. BALZAC, la visita en Suiza, cuando ella se encuentra de vacaciones con su marido; y como si de un folletín de los que a escrito se tratara, se hace pasar, por un amigo de la familia de ella. Mas BALZAC, vive su vida de enamorado a distancia. En 1842 fallece el barón. Así, transcurren 6 años, en los que la ahora viuda, pertrechada en persistentes excusas, rechaza continuamente el matrimonio con Honoré.

En 1948. BALZAC viaja a San Petesburgo a entrevistarse con Ewelina, con la esperanza de acabar con aquella situación, que para él hace tiempo que se convirtió en obsesiva, y que le resulta insostenible ¡No consigue nada! Posteriormente regresará en 1849 y 1850; hasta que por fin obtiene el tan ansiado «Si quiero». La boda se celebra en mayo de 1850; pero la felicidad dura poco, pues, en agosto de este mismo año, HONORÉ DE BALZAC, fallecería en la que era su residencia de las afueras de PARÍS.

LITERATURA. HONORÉ DE BALZAC. UN ESCRITOR, INCANSABLE, SOÑADOR, Y ENAMORADO

Literatura.Honoré de Balzac. Balzac. Escritores. París. Balzac enamorado

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Literatura. “Antonio B. El Ruso Ciudadano de Tercera”. Ramiro Pinilla

RAMIRO PINILLA. Bilbao, 13 de septiembre de 1923 – Baracaldo, (Hospital Universitario de Cruces), 23 de octubre de 2014, a los 91 años de edad, víctima de una pancreatitis.

Escritor y periodista. También fue maquinista naval, fundador de una pequeña editorial, y emprendedor (granja agrícola), o, un empleado administrativo más, de la Fábrica de Gas de Bilbao. Todas estas actividades, le permitieron una total independencia a la hora de elegir los temas, y los tiempos, de sus novelas, sin presiones, ni apremiantes ingerencias empresariales.

Ramiro Pinilla, dedicó su vida a trabajar y a escribir, también a ver a su querido Athletic Club de Bilbao ¡Le gustaba el fútbol!, lo leía, lo escribía, lo escuchaba, y sobre todo…, lo disfrutaba. Fue, un genuino «pijoaparte», que se pasó décadas al margen del circuito comercial, que se autopublicaba sus obras, y las distribuía casi de manera artesanal, sobre todo, por los  caseríos y municios de Vizcaya.

RAMIRO PINILLA, supo construir una «realidad fantástica», una ficción como en el caso de su trilogía sobre la tierra vasca; con esa literatura tan parecida a la de Gabriel García Márquez, en «Cien años de soledad», o apegarse, a la dura piel de la realidad y lo desértico y seco, mas siempre humano, de su novela «Antonio B El Ruso, ciudadano de tercera», novela, que casualmente me encontraba  leyendo, cuando se produjo su inevitable deceso.

«Verdes valles, colinas rojas-La tierra convulsa», es una trilogía, que tardó casi 20 años en escribir, y que tiene cerca de 3000 páginas, fue publicada (la primera parte, el año 2004), por la Editorial Tusquets, y la segunda, por el Circulo de Lectores («Los cuerpos desnudos, y  Las cenizas del hierro», en 2005), y supuso el reconocimiento a gran escala, de este magnifico escritor que ya escribía desde los años cincuenta del pasado siglo.

RAMIRO PINILLA, publica su primera novela «Las ciegas hormigas» (Premio Nadal), en 1960, y es Premio Nacional de la crítica, ese mismo año. Tiene publicadas casi una treintena de obras literarias.

ANTONIO B. EL RUSO, CIUDADANO DE TERCERA. Ramiro Pinilla. 1977 Ediciones Albia –  Tusquets Editores 2007. Ramiro Pinilla

ESTO NOS CONTÓ RAMIRO PINILLA DEL RUSO…

– «El gran pecado de Antonio es que tenía hambre. El protagonista de la  la novela es un ser real (Antonio Bayo) ahora fallecido,  que conocí en el año 1973 (por medio del periodista Ángel Ortiz) en el Arenal  vizcaíno».

Antonio Bayo, «cuando yo lo conocí vivía desde hacía años en un barrio a las afueras de Bilbao. Trabajaba de guarda de obras, (que triste ironia para alguien que se paso media vida robando para poder comer)»– Quería El Ruso que yo escribiera su vida, me dijo que él era «El Papillon español» y mucho más…, «Mi vida no tiene nada que envidiar a la suya». «Me atrajo el poder contar la vida de un personaje de carne y hueso después de haber escrito tanta ficción.

En mi casa de Getxo encendía mi magnetófono y grabé su historia, mañana y tarde, durante un mes; después recopilé mis notas, ordene en fichas todo aquel barullo, aquella madeja de datos y cronologías, y un día sin saber como, el bolígrafo comenzó a escribir su historia».

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Adobe. By TbArt

UNA ÁCIDA CRITICA

El Ruso vive en un pueblo leones, en el que pasa hambre y roba, desde entonces, acosado por la guardia civil, a la vez, que perseguido, y embrollado, por la autoridad, vivirá mil aventuras…. Es un niño rubio (de ahí su apodo).

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Paisaje rural. By TbArt.

La novela, es una denuncia, una ácida critica, a aquella sociedad injusta, en la que se crió El Ruso con sus curas pervertidos, y sus  jueces y guardias corruptos. El libro asestaba un duro golpe a las sagradas instituciones nacionales de la época, y la novela fué vetada. Aunque se terminó en 1975, no pudo ser publicada hasta 2 años después.

PARECE UN HISTORIA INCREÍBLE CONFUNDIR UN JEEP CON UN ANIMAL

En la novela aparece este increíble suceso documentado con testigos presenciales. Según le contó, Antonio Bayo «El ruso» a Ramiro Pinilla y según corroboró también, el cronista oficial del viaje y   que fue testigo directo de los hechos, ya que formó parte de ellos…

– Una comitiva de automóviles  compuesta por tres Jeeps oficiales en los que viajaban el Gobernador Civil y su séquito se detuvo en La Baña. Corría el año 1940, La Baña era  un pueblo, un pueblo más, perdido de la Cabrera Baja en la provincia de León. Un pueblo ignorado por la civilización. Unas Hurdes leonesas, que Luis Buñuel no nos contó.

La caravana de automóviles, originó lo nunca visto, los vecinos de La Baña ante la cara de estupor del Gobernador Civil y las de lo demás presentes, se acercaron a los vehículos oficiales, y cargados de brazadas de yerba, se las pusieron a los morros de los Jeeps, para que así comieran… ¡¡«Como muestra de hospitalidad los lugareños de La Baña alimentaban así  a tan extraños animales»!!

RAMIRO PINILLA, siempre creyó que ESTA HISTORIA ERA REAL, así se la contó Antonio Bayo  «EL RUSO», y el escritor opinanaba que Antonio Bayo era una persona incapaz de haberse inventado algo semejante. Desgraciadamente ni Antonio Bayo, ni Ramiro Pinilla, están ya aquí para contarlo.

Ramiro Pinilla. 1940. «Los vecinos de La Baña (León) se acercaron a los automóviles y cargados de brazadas de yerba, las pusieron a los morros de los Jeeps para que así comieran. Antonio B. El Ruso, ciudadano de tercera.

RAMIRO PINILLA. LITERATURA. NOVELA. ANTONIO B. EL RUSO. ESCRITORES. LIBRO

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Acuarela. Cardoso. ¡Hoy el espacio es fabuloso! sin freno, espuelas o brida

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ACUARELA. CARDOSO

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CARDOSO. Artista. Pintor, Escultor

Creo que esta magnifica acuarela de Cardoso, ilustrará hoy muy bien, algo (un bocado), de la atormentada obra del pertinente, excelso, y aún y por siempre, maldito poeta parisino.

BAUDELAIRE

Charles Baudelaire. París, 9 de abril de 1821, 31 de agosto de 1867. Poeta, escritor, ensayista, traductor, crítico de arte.

Una de sus obras más relevantes. Las flores del mal, comprende una colección de poemas, (casi la totalidad de su producción artistica), que con el tiempo, se ha convertido en imprescindible; de ella se realizaron 3 ediciones en los años, 1857/61/68. La del 1868 es una edición póstuma, en todas ellas se van eliminando algunos poemas (prohibidos), y añadiendo otros nuevos.

 

LAS FLORES DEL MAL

En EL ALMA DEL VINO uno de los poemas que componen Las flores del mal Baudelaire escribe…

-Una noche el alma del vino cantó en las botellas:

«¡Hombre hacia ti elevo ¡oh! querido desheredado,

Bajo mi prisión de vidrio y mis lacres bermejos,

Una canción colmada de luz y de fraternidad!

Charles Baudelaire (fragmento)

EL VINO DE LOS AMANTES También en Las flores del mal escribió Baudelarie este poema…

¡Hoy el espacio es fabuloso!
Sin freno, espuelas o brida,
Partamos a lomos del vino
¡A un cielo divino y mágico!

Cual dos torturados ángeles
Por calentura implacable,
En el cristal matutino
Sigamos el espejismo.

Meciéndonos sobre el ala
De la inteligente tromba
En un delirio común,

Hermana, que nadas próxima,
Huiremos sin descanso
Al paraíso de mis sueños.

Charles Baudelaire. París 1821/67

 

Acuarela. Cardoso. ¡Hoy el espacio es fabuloso! sin freno, espuelas o brida partamos a lomos del vino ¡A un cielo divino y mágico!

Acuarela. Cardoso. Pintores. Pintura. Poesía. Baudelaire. Escritores. Poesía. Las flores del mal. Arte. Literatura 

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Literatura. “La Busca”. Pío Baroja

Retrato de Pío Baroja. (1928). Juan de Echevarría. Óleo sobre lienzo. Museo de Bellas Artes de Álava.

La Busca. (1904). Pío Baroja

La acción se desarrolla, en Madrid a caballo entre finales del siglo XIX y principios del siglo siguiente, y nos muestra con un ritmo vivo y fresco la difícil vida, de unos personajes a los que no han favorecido las circunstancias de la vida, una vida para ellos llena de necesidades, y trabajos esporádicos, de incómoda dureza, y, para colmo, mal pagados, en los que muerde el hambre, y que nadie más quiere.

En este pasaje que he seleccionado, los buscavidas, cansados de su mísera vida, atraviesan la delgada línea que los separa de la delincuencia, a los que muchos de ellos, tentados, y sin más reflexión, desgraciadamente, se sienten abocados.

Una magnifica novela, muy recomendable…

LA BUSCA. Fragmento

A lo lejos, sobre Madrid, se cernía gran claridad, irradiada de las luces del pueblo, en el camposanto blanqueaban algunas lápidas pálidamente.

El alba teñía con su claridad melancólica el cielo, cuando los tres socios se acercaron a la casa.

A Manuel le palpitaba el corazón con fuerza.

-iAh! Una advertencia-dijo Vidal-:Si por casualidad nos pescaran, no hay que echarse a correr, sino quedarse dentro de la casa.

El Bizco se echó a reír; Manuel, que comprendía que su primo no hablaba por hablar, preguntó:

-¿Y por que?

-Porque si nos pescan en la casa es un robo frustrado, y tiene poco castigo; en cambio si nos cogieran huyendo, sería un robo consumado, lo que tiene mucha pena. Esto me lo dijeron ayer.

-Pues yo escapó si puedo -dijo el bizco.

-Haz lo que quieras.

Saltaron la cerca de la casa: Vidal quedó a caballo encima, agachado, espiando, por si venía alguno. Manuel y el Bizco, a horcajadas, se acercaron a la casa y, afianzando el pie en el tejadillo de un cobertizo, bajaron a una terraza con un emparrado un tanto más alta que la huerta.

A esta galería daban la puerta trasera y los balcones del piso bajo de la casa; pero estaban una y otros tan bien cerrados, que era imposible abrirlos.

-¿No se puede? -preguntó Vidal desde arriba.

-No

-Ahí va mi navaja -y Vidal la tiró a la galería.

Manuel intentó con la navaja abrir los balcones, pero no había medio; el Bizco se puso a empujar con el hombro la puerta, cedió algo, dejando un resquicio, y entonces Manuel introdujo por allí la hoja del cuchillo, e hizo correr la lengüeta de la cerradura hasta conseguir abrir la puerta. Al momento entraron el Bizco y Manuel.

 El piso bajo de la casa constaba de un vestíbulo, desde donde comenzaba la escalera de un corredor, y de dos gabinetes con balcón al huerto.

  La primera idea de Manuel fue salir al vestíbulo, y echar el cerrojo a la puerta que daba a la carretera.

-Ahora -le dijo el Bizco, que quedó admirado de aquel rasgo de prudencia- vamos a ver qué hay aquí.

Se pusieron a registrar la casa con tranquilidad, sin apurarse; no hay nada que valiera tres ochavos. Estaban forzando el armario del comedor, cuando, de pronto, oyeron muy cerca los ladridos de un perro, y salieron asustados a la galería.

  -¿Que hay? -preguntaron a Vidal.

  -Un condenado perro que se ha puesto a ladrar y va a llamar la atención de alguno.

  -Tírale una piedra.

  -¿De donde?

  -Asústale.

  -Ladra más.

  -Baja aquí, si no te van a ver.

Vidal saltó al huerto. El perro, que debía de ser un perro moral, defensor de la propiedad, siguió ladrando fuerte.

  -Pero iLeñe! -Dijo Vidal a sus amigos-, ¿No habéis concluido?

  -iSi no hay nada!

Entraron los tres llenos de miedo, atortolados, cogieron una servilleta y metieron dentro lo que encontraron a mano, un reloj de cobre, un candelero de metal blanco, un timbre eléctrico roto, un barómetro de mercurio, un imán y un cañón de juguete.

  Vidal se subió a la tapia con el lío.

  -Ahí está -dijo asustado.

  -¿Quien?

  -El perro.

  -Yo bajaré primero. -murmuró Manuel, y se puso la navaja en los dientes y se dejó caer. El perro, en vez de acercarse, se alejó un poco; pero siguió ladrando.

Vidal no se atrevía a saltar la tapia con el lío en la mano y lo echó con cuidado sobre unas mantas; en la caída no se rompió más que el barómetro, lo demás estaba roto. Saltaron la tapia el Bizco y Vidal, y los tres socios echaron a correr a campo traviesa, perseguidos por el perro defensor de la propiedad que ladraba tras de ellos.

Literatura. La Busca. Pío Baroja

Literatura. La Busca. Pío Baroja. Novela. Madrid