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Literatura. Larra. Escritor, romantico y enamoradizo

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Mariano José de Larra. Madrid 24 de marzo de 1809. Madrid 13 de febrero de 1837.

El Figaro, Duende, Bachiller, El Pobrecito Hablador…

Fueron algunos de los seudónimos que utilizaba el escritor y con ellos firmaba sus ácidas críticas.

Mariano José de Larra, hijo de un médico madrileño afrancesado, por lo que la familia tuvo que exiliarse a Francia siguiendo en su huida a «Pepe Botella» (José Bonaparte), hermano de Napoleon y Rey de España, cuando este abandona Madrid después del levantamiento español, contra el ejército frances; entonces Larra, sólo tenía 4 años…, y su padre había ejercido como cirujano al lado de las tropas francesas.

Tenía 9 años cuando él y su familia regresaron a Madrid. Habían permanecido cinco años en el exiio, hasta que finalmente fueron amnistiadados por el Rey Fernando VII. El padre del escritor ya políticamente rehabilitado, comenzó de nuevo a ejercer su profesión, y fue el médico personal de Francisco de Paula, hermano del rey.

Contaba 19 años Larra, cuando edita su propia publicación literaria; son una serie de cuadernos, donde el escritor usando la crítica, satiriza a la sociedad, y la política.

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Larra. Dibujo/Tinta/Papel. By TbArt

Firmaba, Mariano Jose de Larra, como «El duende satírico del día». Es por entonces, un dandy en su manera de vestir. Bohemio, mujeriego, y enamoradizo, se complicaría siempre, con amores imposibles, lo que le provocó a menudo un gran sufrimiento emocional. Tal vez este sufrimiento, haya sido el gran generador, y la llama creativa, del que está considerado, como uno de los escritores románticos más importantes, de las letras ibéricas.

Su vida doméstica 

«Con 20 años el escritor se casa con Josefa wetoret, sería un gran error». No tardarían mucho tiempo en separarse. Tuvieron tres hijos.

El escándalo pasa a escena

Solo un año después de su boda con Josefa Wetoret, Larra, conoce a Dolores Armijo.

Dolores Armijo está casada, y es la esposa del hijo de un conocido abogado de la época, aún así, se convierten en amantes, y reconoce el madrileño, que está trastornado por la bella, culta y refinada, aunque un poco, cursi, miedosa, y aburguesada dama, que fatalmente, nunca acaba de decidirse.

¡El artista sufre y crea!

Entonces aumenta la tensión y el pistón sube y baja frenéticamente desbocado.

La relación se convierte en algo tormentoso, y el morbo, como un algo baboso y excitante, en línea de lo que siempre busca el autor en el amor, impregna todos sus sentidos. En 1884 Mariano José de Larra se separa de su legítima  mujer, Josefa Wetoret, con la que tiene dos hijos y uno que viene en camino. Dolores Armijo también se separa de su marido, que es hijo del importante abogado marileño, Cambronero.

«Cambronero» el marido de Dolores Armijo es destinado a Manila, Filipinas, donde ocupa un alto cargo de funcionario; mientras tanto ella se retira a su casa de Extremadura, para después establecerse en Ávila, donde vive en casa de un tío suyo. Mariano José de  Larra se encuentra  fuera de España visitando varías capitales europeas. A su regreso el escritor continúa frecuentando a Dolores Armijo, pero ella está llena de dudas. Finalmente Dolores confusa y asustada, decide volver con su marido, solo dos años después de su separación.

LA TRAGEDIA ESTÁ SERVIDA

Cerca del Palacio Real en la calle Santa Clara, de Madrid, habita nuestro protagonista y hacía allí se dirige un día frío y lluvioso, mediando el mes de febrero, Dolores Armijo con una de sus cuñadas; juntas atraviesan la Plaza de Oriente y suben al tercer piso, ya en la casa del artista, Dolores, su prenda más amada, su bien más preciado, le comunicará al escritor, algo que este, no podrá soportar… Su decisión final, e irrevocable, de regresar junto a  su esposo.

El mazazo resulta ser definitivo…

DESENLACE SUICIDIO

No habían llegado Dolores Armijo y su cuñada muy lejos, cuando un estremecimiento caló a las dos mujeres hasta los tuétanos, un violento calambre las sacudió de arriba abajo; hasta las rodillas acusaron la flojera. Algo oyeron que parecía un tiro, y temblaron de frío… De repente, y como si de un mal presentimiento se tratara, al unísono, volvieron las cabezas hacia la casa del triste enamorado. Larra yacía en ese mismo momento muerto, en el suelo de la sala de estar de su vivienda. Sobre un gran charco de sangre, descansaba ahora la laureada cabeza del insigne escritor, uno de los máximos representantes del romanticismo español. Mariano Jose de Larrra se disparó un tiro en la sien derecha, sólo tenía 27  años. Había nacido en Madrid en 1809. Se suicidaba por un amor no correspondido.

En Vuelva usted mañana, LARRA escribe…

«Lector de mi alma te declararé que de tantas veces como estuve en esta vida desesperado, ninguna me ahorqué y siempre fue por pereza» iParece que desgraciadamente, el escritor al fin, terminó venciendo, al tan común pecado capital!

Mariano Jose de Larra se suicidó a los 27 años, ¿Porque lo hizo?

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