Giotto. Revolucionó el Arte en el Trecento.
GIOTTO
Giotto di Bondone. Florencia, 1267. Florencia, 1337
PINTOR, ESCULTOR, ARQUITECTO
Recibe clases de CIMABUE, gran pintor iniciador de la escuela florentina del trecento. Y lo supera.
Esto escribía al respecto Dante…
¡Oh, vanagloria de la grandeza humana!
¡Cuán poco dura tu verdor sobre la cumbre,
Si no se sigue una época de decadencia!
Se creyó Cimabue reinar en el campo de la pintura
Y ahora es Giotto el que tiene la fama,
De modo que la fama de aquél se ha oscurecido.
CIMABUE, MAESTRO Y DESCUBRIDOR
Dante, describe en estos versos como GIOTTO, goza del favor del público, y como por el contrario, CIMABUE, queda eclipsado por el éxito de su aventajado alumno.
Según nos cuenta en este pasaje, Giorgio Vasari…
Se encontraba Cimabue realizando uno de sus viajes, cuando ya cerca de la ciudad de Florencia pudo observar a un joven pastor que mientras guardaba de sus ovejas pintaba sobre una piedra a una de ellas; aquel pastor que vio Cimabue cuya imagen guardaba su retina, se acabó convirtiendo en un gran pintor, para orgullo de él, su maestro, pues el muchacho, aquel pastor de 11 años e hijo de campesinos acabó finalmente superandolo.
La enterada en Jerusalén. 1304/6. Giotto
GIOTTO, a la edad de 30 años era ya, un artista muy famoso, pues su personal obra era muy diferente, a lo que entonces se conocía. Giotto daba a sus pinturas un tratamiento escultórico, las figuras poseían, un efecto tridimensional, por lo que el pintor aportaba un claro avance; debido a su gran talento, enseguida fue requerido para realizar numerosos encargos, sobre todo retratos, y pintura religiosa. El papa Bonifacio VII estaba tan maravillado con su arte, que lo mandó llamar para conocerlo en persona, y tal vez realizarle algún encargo para la entonces, grandiosa e imperial ciudad de Roma.
La Muerte de San Francisco. 1325. Giotto
Tambien recibe Giotto reconocimientos públicos. Es nombrado Maestro Gobernador, de la Obra de Santa Reparata, encargándose de las reformas, en la antigua Catedral de Florencia, de la que él diseña el campanario, luego este, fue modificado, y finalmente, falleció sin verlo terminado.
La mayoría de sus obras no están plenamente autentificadas, por lo cual algunas de ellas, le han sido simplemente atribuidas; hay que tener en cuenta que el artista contaba en su propio taller, con la colaboración de numerosos auxiliares, a los que supervisaba, así pues, no todas las pinturas nacían exclusivamente de sus manos.
Joaquín expulsado del templo. Capilla de la Arena. 1305/6. Giotto
CAPILLA DE LA ARENA
Giotto realizó los frescos de la Capilla de Scrovegni en Padua, también conocida, por La Capilla de la Arena. Era un templo dedicado a Santa María de la Caridad, su decoración mural es imponente y muy importante; las pinturas cubren enteramente la capilla, de una sola nave; 36 frescos de Giotto, representan escenas de la vida de Cristo, y vivencias de la Virgen, y sus padres, más, otros 14 con diversas alegorías, vicios, y virtudes.
La Desesperación. Capilla de la Arena. 1305/6. Giotto
Antes de la decoración de la Capilla de la Arena, Giotto había ornamentado la Iglesia Superior de San Francisco de Asís, con escenas de la vida de este Santo.
La leyenda de San Francisco. «La verificación del estigma». 1297/9. Giotto
A GIOTTO, en vida le fue reconocido su gran mérito, y socialmente, admitido en determinados círculos sociales, donde un artista antes, no habría podido ni soñar. Hizo una importante fortuna, y cuando finalmente falleció en la bella ciudad de Florencia, fue enterrado con honores en la catedral de Santa Reparata.
GIOTTO. REVOLUCIONÓ EL ARTE EN EL TRECENTO
Giotto. Pintura. Trecento. Escultura. Arquitectura. Arte